jueves, 31 de enero de 2013

¿Qué significa tenerte conmigo?

Hola hijo. Hay tantas cosas que quiero escribir que me da la impresión de que en un solo día quiero llenar ese hueco que he dejado por años sobre tu vida. Hay tantos y tantos recuerdos que necesito ordenar, para no escribir sin ton ni son. Y mientras hago eso, quiero platicarte qué significa para mí el que estés conmigo.

Cada día a tu lado, hijo mío, es un bálsamo ante mi sentir. Hay días en que me siento tan cansado de tantas y tantas cosas, pero al verte sonreir, cuando me haces alguna broma, incluso cuando me mientes, me llenas las pilas de nuevo. Ver tus avances y compartir tus triunfos son motivo de felicidad para este hombre, tu padre.

Tu llegada significó una gran responsabilidad. Es cierto que ya habían llegado tus hermanas Leonor y Cristina antes que tu, y que cada una de ellas significa una responsabilidad en sí mismo. Sin embargo y para no crear especulaciones, la manera de criar a dos mujercitas y de educarlas es muy diferente a cómo criar y educar a un hombrecito.

No te lo niego, a veces me da miedo. Siento miedo ante la incertidumbre de saber si hago o no lo correcto en como guiarte. Trato de hacer lo mejor, hijo mío. Tenme paciencia. A veces no se como hacerlo, o como dirigirme a ti. Se que a veces no te escucho, porque simplemente mi cerebro no alcanza a comprender lo que quieres decirme, y en esos casos ejerzo el derecho sobre la razón. Te pido me perdones si en algunas ocasiones he hecho esto. Es culpa de la inexperiencia como padre. Ojalá nos entregaran a los bebés con un manual de instrucciones, con diagramas con palitos y bolitas para poder entenderlos. Y más en aquellos niños como tu, hijo mío. Niños especiales, índigos, cristal, etc.

Cada día es una nueva aventura. Cada momento es un nuevo conocimiento. Tenerte a mi lado es una de las alegrías más grandes que me ha dado la vida. Verte crecer es uno de los placeres más grandes que he tenido la dicha de disfrutar.

Tenerte a mi lado, hijo mío, también significa una gran preocupación. ¿Sabes? Sé que eres especial, y no alcanzo a comprender hasta que punto lo eres. Para mi tu situación no es una discapacidad, ni un problema. Pero mi misma ignorancia a veces hace que maximice esa situación. A veces quisiera encerrarte en una burbuja y que no te preocuparas por nada. Quisiera solucionarte la vida desde ahorita. Quisiera ser eterno para cuidarte siempre. Pero no puedo hacerlo. Cada día que pasa es un día menos de vida en mí. Me frustra no poder hacer lo que quiero y que no te preocuparas por nada.

Ha habido muchas veces, hijo mío, en que cuando estás dormido, me acerco a tu lado, y simplemente me pongo a llorar en silencio. Es un reclamo silencioso, dirigido a nadie y a todos. Te veo así, dormidito, descansando, suspirando, y quiero creer tus palabras cuando me dices "No te preocupes, todo va a estar bien". ¡Ay hijo, quiero creerte! Quiero tener la fuerza necesaria para aceptarlo.

Por lo demás, hijo, tenerte a mi lado es motivo de orgullo. Te amo infinitamente y por ello, a pesar de todo, sé que juntos lucharemos, brazo a brazo, codo a codo.

En fin, hijo. No quiero entristecerte con estas líneas, solamente quiero compartir un poco lo que significa tenerte a mi lado. Gracias por elegirnos como tus padres. Te amo.

Zacatecas, Zac. a 31 de enero de 2013

Tu papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario