Hola hijo mío.
Siempre ando de un lado a otro, por eso me tardo mucho en escribirte una nueva carta. Justamente ayer me dijiste que por qué no te había escrito una carta, y te contesté que algún día leerías todas estas misivas dirigidas hacia ti.
Bueno hijo, muchas cosas han cambiado desde hace días. Finalmente la situación de tu madre y la mía se ha resuelto y ahora vamos por caminos diferentes, sin embargo siempre tendremos algo en común y son ustedes, nuestros hijos.
¿Sabes hijo? Cuando dos personas ya no se entienden es mejor seguir por caminos diferentes. A veces las personas se hacen más daño juntas que separadas, y eso no hace que se deje de querer a los hijos. Ustedes son lo más importante de nuestras vidas, y siempre estaremos con ustedes.
Por otro lado hijo, déjame decirte que cada día que pasa te veo diferente, has cambiado y madurado mucho. Aún hay ciertos comportamientos que persisten, pero vamos por buen camino. Como sabes has estado yendo a terapia con perros (canoterapia) y te veo muy bien. Tenemos nuestros perros, Jack y Chuck Norris y con ellos has avanzado bastante.
Te amo, hijo. Estoy sumamente orgulloso de ti.
Tu papá que te ama.
P.D. Feliz día del niño, hijo mío.
30 abril 2015.