martes, 30 de julio de 2013

Nadando con delfines

Hola hijo. Hoy quiero recordarte esta experiencia que recién tuvimos hace poco, para ser justos el pasado
26 de julio. ¡Nadaste con delfines!

Dicen que el nado con delfines es una terapia muy buena en ciertas condiciones y para ciertas situaciones
como la tuya. Pues de regreso de Valle decidimos tu madre y yo llevarte al balneario Splash que está en
León, Gto. Estabas muy emocionado de ir, pues te encantan los balnearios. Ya estando ahí barajamos la
posibilidad de que nadaras con los delfines. Debo decirte que es un evento relativamente caro, pero
en aras de tu bienestar lo hicimos posible.

Llegó el momento en que nadarías con ellos. Te llevaron aparte para explicarles a los participantes cuales eran las reglas y que deberían de hacer y que no hacer. Tu estuviste muy atento a las explicaciones.
Tu mamá entró contigo a nadar con los delfines y te acompañó en el proceso. Internamente (te lo confieso)
me dieron celos de no poder hacerlo yo, pero por otro lado creo que la experiencia era muy buena para
ambos.

Entraste en la alberca y acariciaste al delfín. No tengo palabras para expresarte lo que yo sentía en esos
momentos, al verte tan entregado al proceso. Con que cuidado acariciaste al animal, lo abrazaste, le
tomaste las aletas y nadaste con él.

Luego escuchaste su canto por debajo del agua. Creeme hijo que mi corazón estaba enchido de gozo al verte así, tan atento a lo que pasaba. Luego repitieron el nado y finalmente terminó. Todo esto se llevó a cabo por espacio de casi una hora. Pero creeme cuando te digo que el tiempo para mi no corrió, porque disfruté tanto el verte así que parecía muchísimo tiempo más.

Gracias por permitirme vivir esa experiencia contigo hijo mío.

Te amo.

Papá.

jueves, 25 de julio de 2013

Tu viaje a Valle

Hola hijo. Hoy quiero platicarte tu viaje a Valle tu solo. Bueno, "tu solo" es un decir fuiste con tu abuela... tu "Ela" como siempre le has dicho. Tus hermanas fueron invitadas a los Estados Unidos por una de sus tías y yo tenía que trabajar mientras tu madre las llevaba a su viaje. La solución perfecta para que te cuidaran en nuestras ausencias era, por supuesto, tu Ela. Solo que había un pequeño inconveniente. Tu Ela estaba en Valle y nosotros en Zacatecas.

La solución perfecta vino de tu abuela. Ella vendría por ti y te llevaría en un viaje de descubrimiento (al menos para ti) en camión. El día de tu partida no pude ir a llevarte a la central para verte partir, pero tu abuela me platicó como estuvo. Te portaste de maravilla y de hecho te fuiste dormido buena parte del camino. Al llegar a Valle te tocó un clima lluvioso, por lo que pasaste la mayor parte del tiempo dentro de la casa, platicando con tu "nina Yoy" y jugando con tu Ela. Me platicó que te llevó un día a la Alameda y que jugaste en los brincolines.

Cada día te llamé para escucharte porque no te imaginas el bálsamo que es escuchar tu vocecita. Te extraño mucho, hijo. Cuando me contestas el teléfono y escucho tu "¡Papi! ¿Donde estás?" se llena de gozo mi corazón. Me hace mucha falta escucharte y jugar contigo.

Espero que hayas hecho tu costura, hijo. ¿Sabes? Esa costura es parte de tu formación Scout, para que
puedas obtener tu insignia.

Te amo hijo.